Poesía y kirchnerismo

Por Marina Mariasch
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Columna de Marina Mariasch. Cucurto, Máquina de lavar, Llach. ¿Cómo se define la literatura de un movimiento?

¿Se trata de una periodización o de un estilo? ¿O de lo que hablamos es de cierta producción que tematiza la época, temas, de los nombres de lxs protagonistas? Es difícil determinar desde una perspectiva cuantitativa cuáles son los textos que hablan del kirchnerismo. Quizás esas preguntas tengan respuesta a más largo plazo. Quizás podamos pensar que en Argentina la economía y la política se amalgamen: una política es una economía. Hay un poema de Martín Prieto con una especie de deseo de formar parte de la alegría, deseo de poder integrar y una imposibilidad: como si faltara algo de ceguera o necedad para poder saltar en el modelo. Y hay también una novela muy interesante de Mariano Abrevaya Dios, «El predicador invisible», que cuenta la militancia kirchnerista desde adentro, con sus claroscuros. La buena literatura muestra las contradicciones de los procesos.

HOMBRE DE CRISTINA, es un poema de amor de Washington Cucurto. Amor, redención, entrega. Eso que en peronés se dice LEALTAD. Pero el librito transita otros problemas de la época: la 125, el piquetero, el Nestornauta.

Me he reducido a ser un
hombredeCristina.
En esta época,
en estos días, en estos quilombos matutinos
y porteños, me dejo llevar por la fantasía
que sale de la boca de una mujer.
No participo, soy viejo, mis hijos
me dejaron los nietos pa que los cuide.
No participo y cuido-críos
y la miro, la veo a ella por cadena nacional en bicicleta.
Mi amada Cristina, morocha seductora
y hasta me atrevo a imaginarle gordas caderas.
Mi caderona nacional.
La escucho, la oigo hablar por ejemplo,
de cooperativismo,
de mujeres embarazadas que tendrán
-a falta de un marido su ayuda social.
La morocha nacional no puede hacer que nos enamoremos de otra.
Veo su cara, su cuerpo, sus palabras, su infinita tristeza
(y es para ponerla sola en un jarrón)
la tristeza infinita de su alma.
Su infinita tristeza en afiches y letreros
por donde quiera que viajo en la gran ciudad.
Se me pianta una lágrima, no voy a negarlo.
No participo, soy viejo,
pa cualquier militancia que no sea leer
a Pepe Cuevas, a Lhin, a Teillier.
Su foto en las calles, tomada de la mano
de unos niños rumbo al colegio…
Soy viejo para el kirchnerismo,
esa es la palabra exacta.
Pero no estoy viejo para Cristina.
Se me pianta una lágrima,
la veo, la escucho, me reduzco a ser un hombredeCristina,
mis hijos se separaron, se emborracharon
y me dejaron sus hijos,
hijos de hijos de hijos,
estoy viejo
para la militancia,
para el reduccionismo del kirchnerismo,
la veo, la escucho,
esa tristeza evidente e infinita,
en sus ojos, es la misma de mis ojos.
¡Oh, morocha nacional, tomame de la mano
como a un escolar pobre y enseñame la Casa Rosada!

Máquina de lavar es un colectivo de literatura feminista que le escribió un poema también a Nilda Garré. En este poema a (¿o de?) Cristina retoman sus palabras, se las apropian, las hacen propias a la agenda de la época, de género y política, a las transversalidades que atraviesan la tarea de gobernar un país, maternar y ser mujer.

Cris Crash
Tenés claro que sos un pedacito de esta historia, no?
cuando leí tu mensaje casi me pongo a llorar. Sabes qué?
Doy gracias a Dios haber vivido todo lo que viví.
Siempre estamos destrozando nuestros propios espacios
creyendo que esa destrucción nos hace más libres
y en verdad nos esclaviza, seguimos fagocitándonos
en vez de amasarnos en tribu…quiero descifrar quién es
quién, pero qué es eso de creer como un nazi
que alguien nace predeterminado
me dicen Adláter progre, Miss Parlamento
mi Amado dice la lealtad
tiene un solo nombre, pero el mío está gastado
Vos decís que exagero?
si me preguntan no sé, la soledad del poder
es un lugar re común pero sí: ya no espero
la incondicionalidad, yo pensaba que la única
incondicional en el mundo era la madre pero esa idea
también la perdí, debo ver traición en todos lados,
sigo las indicaciones del cuerpo médico
miro desde el balcón, leo mi cuenta
donde me dicen *te quiero mucho y te doy con calzas,
chota* me calzan la desestabilizadora
fana del juego de tronos. ¿Soy esa? soy la que no piensa
en nada cuando corta rosas. Soy madre
de Él con polleras, de todos los hijos,
abuela de la casta de néstores.
Mientras en la batalla volaban
tenedores y bonos, me pedían que «madure».
Violencia es preguntarme
cuántos pares de zapatos tengo, ser la yegua,
la última noche que pasamos juntos, viendo tele en el sillón
uno en cada punta, él no me daba el control por nada,
y en un ataque me levanté a darle un beso…
no nos dábamos tanto
demostraciones de afecto, todavía uso el anillo
miro abajo, soy hermosa, toco la reja, no tengo idea
con qué abrazo mi futuro; me mataron, fotoshooters
de ocasión yo pelada, el cerebro taladrado literal
yo pensaba que estaba al margen, que resbalaba
mi intervención es el resultado
invasivo en el cuerpo de la república:
yo pública, yo abierta
de piernas haciendo la V; yo actitud lady di; yo muchacha,
yo maestra; yo senadora, yo encinta presidencial;
yo de blanco y de luto forever;
guiña el ojo a cámara mientras la cámara
me ama, me abraza ceremonial 
yo pico con el otro, con el feo,
con el CEO, yo por arriba yo por abajo
de la mesa pasan cosas
yo antena de encuentro
yo que cada vez tengo más; no necesito
vestirme de pobre para gobernar
los piquetes de la abundancia. Hablan
del goce, paciente, impecable.
Hablan del golpe, de caída, hay un intento
de saber quién soy por los rasgos
del cráneo, hay riesgo, plataformas
difundidas sobre el miedo, la ansiedad
de mil preguntas pero no puedo mentir.
Leo lo femenino, operación en varias direcciones
somos el sexo del miedo, la humillación
y la revolución se ven en los accesorios,
trabajar de mujer en una Mad Tea Party,
somos el extranjero, Obama es el voyeur,
comanda su guerra en toalla,
Angela se hizo la garçon
Dilma se hizo la garçon
Michelle se hizo la garçon
uno siempre tiene la tentación
de contestar y hay que evitarlo,
todo tiene que ver con todo
me dijeron “parrillera”
Miss Jesús, muere por los hombres
Miss predicado, siempre pegada a un sujeto
Milanesa de Kiosco, puro nervio
Sanguchito de miga, fiestera
Sobras de ayer, te hace la croqueta. Federico Deacon
Granadero de la Nación, soldadito de Perón,
se te nota, y me encanta…
menos culpa y más estilo, un manejo fluido
de autoridad y asientos
las que acertaron en el sillón
guardaron en el cajón la polvera
el cisne, el diario de lo íntimo
abuela no comprende, dice ¿cómo puede ser?
ahora todos quieren ser mujer
a ella no le gustaban las tareas del hogar
ni encadenarse a los hijos, servía todos los días
el mismo menú: lo había resuelto, envidiaba al marido
y en que podía tomar y fumar con amigos,
el día de mañana brillará mi ausencia.
¿Angela se hizo hombre? ¿Dilma se hizo hombre?
¿Michelle se hizo hombre? ¿Isabel?
Me dicen amante de chávez,
una pezuña de camello en el poder
no se tolera. Dicen: la nuestra
es reina del botox, de louis vouitton
¿por qué no imita a vilma o a la clinton?
se frota un penny contra el clit.
Cuando empiezan a abrirse,
ganan confianza, ven a una protectora: la madre,
la hermana, la novia; la cartera de la falacia
esconde sentimientos de amenaza, temor
nadie quiere el puesto del humillado, el reemplazante,
el que perdió. Si conseguí es porque hubo seducción
¿soy una privilegiada? si hablo bien
y soy mujer, doró mi lengua el sol ¿de qué me quejo?
recito, ensayo frente al espejo
mi vida diaria es un bing bang que hago explotar histórico
yo no voy a hablar contra mí misma, a veces estoy
igual que vos: fuera de eje,
soy una guerrera en el jardín floreciente
que se pone al día con su equipo
de intereses. Estamos reconstruyendo
el éxtasis material, de los cuarenta millones, quizá parezca
lo más fácil pero también están lo espiritual y el infinito
los símbolos, lo difícil de ordenar el espacio
de la memoria, lo aleatorio del acceso,
hay que estar atentos, el peso es muy dinámico
se nos deprime, lo veo en la canasta
de los hogares, pantalla entre la intimidad
protegida por un velo piadoso y lo palpable
un campo traviesa sin cara, sin certeza
pura vida espuma blanca
sobre mis rodillas para dislocar
nada de cadena, un intento humilde y acientífico
de gobernar por sobre las trampas.

Muchacha kirchnerista es un poema de Santiago Llach que llegó al papel en 2011. La muchacha kirchnerista puede ser esa joven Cristina de mirada ocupada agarrada a un alambrado, puede ser la chica que te gusta, cualquiera de nosotras, todas.

ey muchacha kirchnerista

qué vamos a hacer con la poesía
con la poesía de los jarrones de los alelíes de las libélulas que en la verde pradera
me hicieron católico y marxista muchacha kirchnerista
me hicieron católico y marxista
qué vamos a hacer con la ironía muchacha ojos de política
a dónde vas quedate hasta el alba y vamos
al lugar donde se mojan las vainillas y los panchos
a la oficina del puntero crepuscular
a la oficina
de las relaciones abandonadas

Dice F. Vena: «Yo no aprieto en las placitas
ni me cojo bichos raros». Yo tampoco.
Se detiene casi pero finalmente
se impone sobre el tendido
transversal de las vías y avanza.
M.R. Trelles dos mil ochocientos.
Pared pintada especial, blanco y
grandes letras entre comillas,
PAVÉ y a un lado, más chicas
sin comillas,
LADRÓN.
Un tipo con cara de rana en el bar Las Vegas de Santa Fe y Agüero
rodeado por una chica con cara de animadora de televisión
y por otro con la voz de cucharita de Joe Pesci.
Carro metálico de botellero
para que un hombre parecido a Jorge Born
(cuando estaba secuestrado) lo arrastre vacío,
inclinado hacia atrás.
Una heladera apenas reconocible,
tres bolsas de nylon con logotipos
de Ipako llenas de un cable
tensor, cañamazo de miles
de líneas de alambres, líneas de puntos.
Del conductor al conductor
de un camión de nafta Shell:
«Todo tranqui, no te veo
más por allá».

las canciones de la juventud maravillosa muchacha kirchnerista
las vamos a tocar como si fueran
canciones pop fascistas

la politica está muerta y la poesia está muerta y la política está muerta
 y las mataste vos muchacha kirchnerista

que pesto te están dando muchacha kirchnerista,
los pibes con rollers que almuerzan en el burger
donde escribo esto qué pesto

Una mujer con hijos
camina por ahí.
Una mujer embarazada
frente a una disquería
de vidriera azul.
Volver del trabajo un sábado
a las 7 de la mañana en el tren
y mirar. Suena el teléfono y un tipo
pide por alguien con mi nombre.
¿Vos sos el primo de Mafalda?
¿Mafalda?, pienso. Llama de Castelar,
está llamando a todos los hombres
que figuran en la agenda de su esposa.
Un tipo con cara de rana
en el bar Las Vegas de Santa Fe y Agüero
sentado junto a una chica con cara de animadora de tv
y enfrente
de la chica
un tipo que le dicta al otro una lista de hoteles,
nombre, dirección, teléfono.
Subo a General Paz
por la curva donde la otra vez pegué un palo.
Un cabeza corre por los jardines
que hay ahí
en cueros y otro
-son las 3 de la mañana-
atrás le grita peleá,
ortiba.

que chingada muchacha ojos de muchacha montonera
la vizcacha que te dan ahora los jirafas
en el arco de la entrada

que bajón muchacha kirchnerista
el bajón de camarón de todos estos años
qué bajón tener que refugiarse en dildo & trustees muchacha montonera
para esperar que pase la locura de esta era
que bajón tener que llamarse a sí mismo de alguna manera,
que bajón que no seamos todos más libres,
qué bajón que es
lo que estamos haciendo con la poesía

las huellas del paso nuestro por el mundo este muchacha kirchnerista
por este, muchacha kirchnerista, por esta

Una tipa con cara de animadora infantil
que en lugar de tener colgados esos niñitos de oro planos
con el nombre de los hijos
que tienen las señoras tiene
dos colgantes muy parecidos
pero no tiene hijos ni esposo
ni compactera ni nada.
El amor unas piernas donde se ve
lo que nadie puede ver.
Las chicas a las que yo siempre les tuve mucho afecto
ahora cojen con otros.
¿Cómo hago para calmar esta rabia?
Una chica come pizza con una gorda
y estudian. El tipo es recaderón… es reputo,
dice. No entiendo, no entiendo, habla
a la velocidad del rayo.
Usa zapatillas puma.
Finjo desear las cosas
que menos me interesan.
Con Juan nos quedamos una siesta
apoyados contra un alambre
en la parte de atrás de la casa de La Rioja
e hicimos la cuenta, después,
habíamos comido
14 duraznos, 20 manzanas y uvas
de la finca de Ángel Larguía.

querés guerra muchacha ojos de política?
querés muchacha que te parta la boca de un beso?
querés asomarte al daño permanente que se aloja en mi pescuezo?

y en tu cerebro muchacha kirchnerista qué hay?
qué hay en tu vientre pequebú de muchacha liberal

La mina con cara de animadora infantil
se caga de risa cuando un tipo en el bar
viene a pedir plata, un tipo
que tiene sida.
La debilidad fortaleza.
Gente que limpia baños.
Gente que levanta ladrillos.
Gente que va
con enormes cajas de lata
a cortar uvas y tirarlas
en el acoplado de un tractor.
En un barco, una suerte
de barco nos fuimos
un sábado a pasear por el río
Hugo Sandra Laura Vicky el Vasco
Magda el Ruso el Tano Luisa Vaca
Nagy Charly Marina y yo.

qué hay en la escuela del caminante muchacha kirchnerista
qué hay en el colegio nacional de buenos aires
qué hay en el desierto herbáceo de la toma, san luis,
qué hay en el desierto hebreo
en la república islámica de palestin
que te labraste en la mente muchacha kirchnerista
qué hay en los barrios, qué hay en los pueblos,
qué hay

qué vamos a hacer con el cinismo y la poesía muchacha kirchnerista
con el tipo que se metió desnudo en un barril
qué vamos a hacer con el mundo muchacha kirchnerista
dime tú muchacha kirchnerista qué vamos a hacer con esta
hasta que llegue el alba y nos lleve

La barra sentada en las barandas
naranjas que separan
a la vía de la vereda estrecha. El color,
que se pierde, es reciente, responde
a alguna etapa de algún gobierno,
la llamada primavera alfonsinista o los estertores
de la dictadura militar.
Hay como una cierta luminosidad con franjas
en donde lo que un día iba a acabar, no acaba nunca.
Hacía calor cuando salí
pero te aseguro que nadie anda en remera
ahora, por acá.
Soy de clase media,
ni los sueños más elementales pude cumplir,
culearse a una chica del Orleans
o ir una noche a Help de Copacabana.
No tengo droga, ninguna droga.
Acá no hay dentaduras perfectas, los dientes
muestran el carácter discreto de sus elementos,
las mierditas que medran
alrededor del pensamiento de los viejos.

qué pesto te están dando los barcos que llenos de merluza cruzan los mares
qué pesto me estás dando con esta muchacha kirchnerista
con tus tacuaras y tus banderas y los materiales
que te gusta llevar a la villa

llevame a navegar a la isla del sol muchacha kirchnerista
vamos juntos a fumar hachís a villazón
vamos a nutrirnos de la pachamama muchacha kirchnerista
a ver si desculamos juntos cuál es esta
qué es esta estafa
esta guerra psicológica
donde corre el río hebreo de la culpa

Nunca sentí la mayor o menor escasez.
Tus ojitos chinos contra un cable y famosos
vagones del ferrocarril, contenedores,
en verdad, donde cabe todo,
hasta lo más deforme.
Con una especie de adolescencia íntegra, supuesta,
una chica dijo
adicto significa no dicho.
Inventaba etimologías,
como el mono que habla,
el de la televisión.
El hotel Regent
-enfrente de la EG3
donde a la noche paran los taxi-
donde paran los pescados más duros
de la ciudad,
los tipos cuyas hijas
se compran botitas negras en el shopping de Salguero
y piensan con sinceridad
que toda su vida la van a dedicar al arte.
El arte: leía fanatizado una revista de poemas
y lo que más le extrañaba
que tipos aparentemente duros, fuertes
escribieran todo el tiempo cosas como
«la cara de manzana de Paquita».
El chico estaba medio débil,
era de barrio e impresionaba
por el paisaje alrededor.
Como la ciudad, una parte.
Barro en las venas.
Un lugar, un círculo
verde en el mapa de Buenos Aires
alrededor del cual hay vías, containers,
fábricas, bares, canchas de fútbol y santerías:
Chacarita. Lugares calientes,
hogares donde hubo cierto despojo,
chicas lindas en bares baratos.
Estasis: detención o estancamiento
de un líquido que circula por el cuerpo.

qué vamos a hacer con el estafador de Surto muchacha kirchnerista
qué vamos a hacer con el soñador
que antes de disfrazarse de soldado en roma abusó de los gerundios calientes
para lavar la mente de dos generaciones.
con el pirulero de los derechos humanos, qué vamos a hacer

Ey muchacha kirchnerista es mucha
la fresa que se juega en esta lucha

ey muchacha kirchnerista del barrio las ranas
del edificio los patos de las torres de la liberación 1 y 2
de las torres Ernesto Guevara Lynch de la Serna
del foquismo táctico
del odio de clase
media

muchacha mistificadora de la revolución aniquilada
muchacha hija renegada de la revolución de las costumbres
muchacha de la restauración kirchnerista qué vamos a hacer?

Los que aluden con metáforas:
gente que rompió con el peronismo y ahora
laburos de 3 lucas
que dejen ir tirando
mientras se charla en pizzerías
de avenida Belgrano para el sur.
Mis bisabuelos, lecheros,
ferreteros, marineros.
Tiene quince y baila en las bailantas.
Una tipa con cara de Flavia Palmiero,
la dentadura pálida
y la campera de cuero
con brocados bucólicos
tipo taxi boy.
Uno con remera de Lemmy de Motorhead,
mangas cortadas,
reparte angustia reparte pan
en una bicicleta camión que heredó de su madre,
una dama inglesa.
Frases: la guerra es continua,
la belleza interna equilibra la belleza de afuera,
la representación debe salir del cuadro.
Más frases: Carolina, la puta de las tropas.
Todas las tardes mi viejo tomaba fernet con coca.
La coca es empalagosa.
Ser el pájaro Caniggia, el hijo del viento.
Hablar con largos, graves «beee…».

No sé si esto lo pueden escuchar los niños muchacha kirchnerista

pero que lo escuchen
Tapen los oídos de los niños criados en la era de las góndolas a 80 centímetros del piso
Tapá los oídos de mis hijos muchacha kirchnerista
de mis hijos nacidos y criados en la era del derrame
de los baby boomers de la gobernanza nacional y popular
de mis hijos nacidos en la era del empoderamiento del lavado
de cabezas nacional y popular
que se tapen los oídos todos menos vos
que siempre estás ahí para escucharme
Que se tapen los oídos que te quiero hacer una pregunta:

Vas a tragarte el yogur de la mistificación toda tu vida?
Materia y misterio, ah, muchacha kirchnerista: he ahí la poesía

La chica presume de un halo poético.
Habla, taladra mi cabeza.
Mi cabeza no la soporta.
Deseo es de-sum,
lo que deja de ser, manda.
Manda fruta. Mis deseos son fuertes, fuertes.
Hay que hacer gala absoluta del principio de inocencia
porque la moral no tiene sangre, por dios:
la adicción es un problema de este tiempo.
Mandan fruta.
Qué raro: es como el sol, de noche.
Al sereno. Ningún habitante de la república,
ni ebrio ni dormido…
Chicas altas, un poco estruendosas,
cortadas con la tijera
revista dominical de Clarín.

Cuando eras un óvulo disuasivo muchacha kirchnerista
ya nos habíamos puesto todos en pedo en la casa de tortugas
de los padres del Colo
ya nos habíamos puesto todos en pedo
y habíamos llorado por amor
y habíamos cumplido al pie de la letra
con el guión del perfecto artista plástico

Asi es muchacha kirchnerista
Así es muchacha kirchnerista vino Perón y arrasó con la vida y con la muerte
Así es muchacha kirchnerista
Perón el Estéril
Perón el Estéril
Champa y etiqueta negra para él

Vive en el barrio de las ratas hawaianas.
Les dicen así por el supermercado.
El paso a nivel lo cerraron, el desvío
es por Boyacá. Una vez y otra
el mismo recorrido,
Barrancas-Pompeya-Barrancas.
Con Nagy
no nos apartamos de una cosa normal,
deforme. Accedemos así al arte.
Como nuestras madres,
Magdalena y Gloria.
Accedemos así al arte.
Hay un momento en que hay una brecha
pero esa brecha se extiende
a lo largo del tiempo y el cuerpo
se desdobla, resiste
a ser transportado en una sola dirección.

Cantos de los chicos que almuerzan en el burger
Cantos de los que como vos y como yo no soportan la verdad, ey, muchacha
Cantos del alma entongada
Cantos de los punteros del alma
Cantos de adolescentes sin edad muchacha kirchnerista

Canto del batero en tus oídos, música kirchnerista tocada con la mano
de los que se suben al caballo por izquierda y, pum, pim, pam

cómo voy a hacer con la vida y con el verso muchacha kirchnerista
a quién vas a velar a cajón abierto
vení conmigo de la mano al recreo de los infiernos artificiales
al baño de pobreza de nuestra adolescencia tardía

Hace 3 años
cuando dejé de trabajar en la agencia
empecé a ir todas las mañanas de verano
al paseo de la costa.

En un espacio reducido
se junta gente de piel naranja,
viejos de cincuenta.
Gente olvidándose una
y otra vez la marchita del mundial
78
mientras camina por la calle
en la mañana siguiente al día más frío del año.
Moreno sabe de fechas,
tiene la memoria como una rejilla.
Aparte cojer te pone triste
dijo una vez.
Nacés en una familia, lo que te espera no es demasiado,
un padre y una madre, a veces.
Coreano llevando un bebé,
3 señores con el codo en la barra
como si fueran grandes generales
hablan de la segunda guerra mundial.
Dejar constancia de absolutamente todos
los detalles.
Se murió mi tía, cuando pase un año
más o menos quiero ir a visitar su tumba en Chacarita.
Después murió mi tío. Eran los hermanos
de mi abuela.
Se te duermen las encías y el beso contagia,
con la otra.
Dos bolivianos con ropa de bailanta,
zapatillas New Balance o adidas, conversan.
Uno se agarra del semáforo,
todo el tiempo hablan mientras esperan el colectivo.
Una señora con 2 hijas colgadas llega y tapa
la visión de los dos bolivianos.
No soportaría otro fracaso.
Un panzón con ojotas
pedir mangos en Juan B. Justo y Gaona
hoy algo hago
tu novio
los trenes cuando eran del estado.
La fragmentación hace cagadas,
estoy contento porque acabo de inventar
la máquina que producirá otro poema.

me perdí en el griterío muchacha kirchnerista
vamos a la villa 31 de la mente
vamos a la villa del bajo flores de la mente
vamos a la villa de huracán de la mente
vamos a lidiar con nuestros padres
y a lidiar con la vida y con la muerte

vamos a ponernos todos en pedo muchacha kirchnerista
en la terraza del hotel pachamama
vamos a tirarle un fuego artificial en el culo muchacha ojos de política
a los chicos que están tristes y hacen ñoquis del relato en el Estado

Me pelé y eso tampoco vino mal.
Vino malo, vino carlón, el tetra de antes.
Guitarra y coperío a discreción.
A los dieciséis fui a Nonogasta con Chula
y ahí tuve los orgasmos más vírgenes.
El viejo pide otra sprite.

vamos a regar sambayón desde un helicóptero muchacha ojos de plaqueta de poesía
que se hunda buenos aires como esa vez
bajo un manto de nieve mal cortada
hasta que se acabe la luna de miel en tu mano
de los precios altos de la soja muchacha kirchnerista
bajo un manto de nieve mal cortada
hasta que se apague el eco ahogado de los energúmenos muchacha kirchnerista
bajo un manto de nieve mal cortada
hasta que la furia justiciera de los trolls se convierta en arqueología
muchacha kirchnerista
bajo un manto de nieve mal cortada
hasta que los tiros que vos apretás me atraviesen como a un fantasma
muchacha kirchnerista
bajo un manto de nieve mal cortada
hasta que el cinismo y la esperanza se conviertan en nada muchacha kirchnerista
bajo un manto de nieve mal cortada

Wálter confesó que sacaba
las fotos de Adrián de la repisa.
Almeyda, el mismo que erró el penal el año pasado.
Chicas se preocupan por su futuro y sin embargo
historias de personas que conozco
conozco bastante
pero a las que nunca saludo
nunca saludé
ocupan un lugar en mi memoria.
Esas chicas blindadas, unívocas.
Estamos en norteamérica,
pobre.
Las chicas con apellidos alemanes o judíos
inventan etimologías.
El reloj que Sandra me regaló
dejó de funcionar.
El disco viejo que le regaló
a Wálter también, está rayado, hace rato.
Uno no puede reconocer todo lo que quiere
si no se transforma en un idiota.
Un plomero,
casas con gente,
la reacción lenta del público
cuando se da cuenta de que Clapton toca Layla.
Una chica fea, tan fea
que en su cuerpo no cabe ningún deseo
salvo el deseo más hondo de una mujer.
Me acuerdo haberlo visto al Renacuajo
salir del CASI con una banda
gritando dale bulón, dale bulón
y eran los más locos de todos.
En el viaje de egresados
le mostraron un montoncito de harina
y el narigón lo más contento
empezó a pegar, soplando.

vamos a regar polenta desde un helicóptero muchacha ojos de plaqueta de poesía
hasta que se hunda el huracán cristiano muchacha ojos de volante montonero
bajo un manto de nieve mal cortada

Jirafas de ojos vidriosos muy perforados
y chicas que nunca supieron cuán boludas
las considerabas.

vamos a regar fresita desde un helicóptero muchacha ojos de plaqueta de poesía
hasta que el tiempo haga su tarea fina muchacha montonera eras
bajo un manto de nieve mal cortada

Gente que pasa debajo de las escaleras
desafiando a la mala suerte.
ubo un tiempo, vestías tan fino
ahora ya no hablás tan fuerte,
fuiste a los mejores colegios, está bien
pero tenés que acostumbrarte.
¿Cómo se siente?
No te dabas vuelta, sos invisible ahora,
no tenés secretos.
Tacos de polo expuestos
en un negocio de corbatas.
¿Ustedes en castellano tampoco usan verbos?,
pregunta mi profesora de alemán.

vamos a regar polenta desde un helicóptero muchacha ojos de plaqueta de poesía
hasta que vos y yo miremos los negocios desde abajo muchacha
bajo un manto de nieve mal cortada
hasta que nos velen a los dos a cajón abierto uno al lado del otro muchacha kirchnerista
bajo un manto de nieve mal cortada
hasta que nos velen a los dos a cajón abierto muchacha kirchnerista
bajo un manto de nieve mal cortada
hasta que nos velen a los dos a cajón abierto muchacha kirchnerista
hasta que en veinte años el precio de las commodities, muchacha kirchnerista
¡ey, sí, hay que hablar con palabras medio caras!
vamos a tirar fresita desde un helicóptero, ey, muchacha
vamos a tirar una rumba, rolitos, violas, pavadas
hasta que vos y yo muchacha en polvo
nos convirtamos,
en tierra, en polvo, nena,
en humo, en sombra, nena, en nada.

Volvé a leer la columna anterior de Marina Mariasch: Poesía y los 90.

Fecha de publicación:
Etiquetas: Poesía
Marina Mariasch

Estudió Letras en la UBA. Es escritora, periodista, docente. Trabaja en el ámbito de los derechos humanos. En los 90 fundó el sello editorial Siesta. Publicó poesía (El zig zag de las instituciones, Paz o amor, Mutual sentimiento, entre otros), novelas (El Matrimonio, Estamos unidas), cuentos y ensayos que fueron traducidos al alemán, inglés, finlandés. Forma parte de Latmef.org, 100% Diversidad y Derechos y Mala Junta en el Frente Patria Grande.