"La democracia en disputa": entrevista a Juan Carlos Monedero

Por Revista Oleada
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Bajo el título "La transformación popular del Estado" se desarrolló el primer episodio del ciclo de entrevistas organizado por el Instituto Democracia y el Circuito Cultural JJ. En este caso, el entrevistado por Marina Mariasch y Ezequiel Ivanis fue Juan Carlos Monedero.

Monedero, nacido en 1963 en Madrid, es politólogo y profesor universitario, autor de múltiples libros y un visitante asiduo de nuestro país. Fue uno de los fundadores de Podemos y actualmente es un referente de pensamiento de izquierdas en España, donde presenta el programa televisivo de debate político En la Frontera. Además, integra la Red Regeneración Democracia.

Estas fueron algunas de las frases principales de la conversación:

“En la izquierda ha habido una discusión muy tonta sobre el Estado, donde ha hecho mucho daño John Holloway, que es un marxista serio, pero creo que se equivocó profundamente. Él planteaba en su libro “cambiar el mundo sin tomar el poder”. Como el Estado es un instrumento de clase, era la definición más clásica de El Manifiesto Comunista, ¿pues qué vas a hacer con un instrumento de clase? Dinamitarlo. Por tanto, la única posibilidad de pelear era desde los movimientos sociales. Entonces le hemos dejado a la derecha el aparato del Estado.”

“Según definas cómo es el Estado, así vas a operar. Si tú defines en términos marxistas clásicos el Estado, como el consejo de administración donde se sientan los que defienden los intereses globales de la burguesía, pues tenemos que pensar fuera del Estado. También puedes cometer el error de otros marxistas: el Estado es como un coche y tú lo puedes conducir a la izquierda o a la derecha. Te equivocas. Yo he visto revolucionarios ser devorados por el aparato del Estado en tres meses, en lugares de América Latina. Es decir, si tú piensas que el Estado es neutral, te estás equivocando radicalmente porque el Estado no es neutral.”

«A mí me gusta mucho Bob Jessop, un autor marxista inglés que tiene un libro muy importante que lo acaba de publicar la Universidad de Quilmes con Prometeo, que se llama “El Estado: pasado, presente y future”, que yo hice la introducción. En ese libro plantea que el Estado siempre refleja la impronta, la huella, los surcos, las muescas que han dejado en el Estado los que han ganado las batallas históricas.”

“Alberto Fernández hereda un Estado terrible, lleno de sesgos: sesgos de clase, sesgos de género, sesgos de raza, sesgos religiosos, sesgos heterosexuales, sesgos de viejos, de todos los sesgos, de cualquier conflicto social. Ahora bien, si tú no haces nada, estos sesgos se imponen. Si tú no haces nada, la correlación de fuerzas está absolutamente inclinada a favor de los que siempre se han beneficiado históricamente de esos sesgos.”

“Los sesgos están ahí y son muy poderosos. Son los que hacen que la derecha siempre tenga más posibilidades de seguir por ese surco. Es mucho más fácil hacer una política para rescatar a los bancos que para rescatar a las personas, porque esos sesgos están ahí. Es mucho más sencillo fallar algo a favor de los hombres que fallar algo a favor de las mujeres, porque los secretarios de juzgado, los medios de comunicación, la cultura, la propia Iglesia y su influencia, está atravesada de esa concepción patriarcal. Pero si cambia la correlación de fuerzas, y para cambiar la correlación de fuerzas tiene que cambiar la conciencia, es donde empiezan a operar las posibilidades de cambiar las cosas.”

“Es verdad que a veces hemos exagerado nuestras derrotas. Nos gusta en la izquierda exagerar nuestras derrotas porque nos parece que un discurso más lastimero es más intelectualmente rico. No, mentira. Los que hacen discursos apocalípticos suelen ser intelectuales fracasados, que expresan su impotencia construyendo futuros tenebrosos para intentar paliar su falta de inteligencia. Con ese mensaje absolutamente tenebroso ese discurso apocalíptico invita a la resignación y, por tanto, a la parálisis, y es profundamente conservador. Por tanto, no sirve para absolutamente nada.”

“Después del Covid-19 no va a haber ninguna epifanía. No, no va a ocurrir nada de eso. Va a ocurrir lo que vayamos construyendo. Ocurre que, como el capital es el que va marcando ese sesgo, en el corto plazo yo veo muchísimo más fácil entender que van a ganar ellos. Creo que se va a generar una situación donde la lógica del capital va a imponerse, pero en el medio plazo creo que vamos a reaccionar y la memoria que tenemos de la década en América Latina o de las respuestas que dimos en Europa a la crisis de 2008, va a emerger.”

«La pregunta al final es: los partidos políticos se convierten en estructuras burocráticas que desprecian a los de abajo, que están en peleas internas, que no les basta la idea de que están ayudando, que no abren discusiones con nadie, que no dedican tiempo a las bases, que no escuchan a los movimientos sociales. Que no. Por tanto, la tarea pendiente es ese partido-movimiento que tiene un pie en las instituciones y un pie en las calles.”

Fecha de publicación:
Revista Oleada

Colectivo editorial de Oleada.