Entrevista | Maca Sánchez: en los botines, revolución
Oleada habló en exclusiva con Maca Sánchez, la jugadora de fútbol que pelea por los derechos laborales en el fútbol femenino. Viene de reunirse con CFK y de instalar en agenda el reclamo por el #FutbolFemeninoProfesional que está llegando a todas las canchas del país.
Macarena Sánchez era jugadora de la UAI Urquiza desde 2012, equipo con el que ganó cuatro campeonatos y una medalla de bronce en la Copa Libertadores. En enero de 2019 recibió la noticia de su desvinculación del club, quedándose sin trabajo a mitad de temporada. Entonces junto con AboFem decidió hacer visible su situación laboral, que es la de todas las jugadoras de fútbol femenino de nuestro país: reciben bajísimos sueldos, tienen otros trabajos, y muchas veces se hacen cargo de los viáticos y los materiales para los partidos.
Desde entonces Maca, que también estudia trabajo social en la UBA, se convirtió en una referencia que excede al ámbito deportivo, siendo invitada por diversos medios de comunicación y visitando esta semana en el Instituto Patria a Cristina Fernández.
Nosotrxs también nos dimos el lujo de entrevistar a esta santafesina que dio voz a un reclamo indispensable: que el fútbol sea feminista, disidente y profesional.
– ¿Cuándo y cómo empezaste a jugar al fútbol?
Empecé a jugar a los 6 o 7 años con amigos, porque escuelitas de fútbol en ese momento no había para mujeres y tampoco podía jugar en una escuelita con varones porque no me lo permitían. Me lo inculcó mi viejo que es bastante futbolero.
– ¿Cómo te acercaste al feminismo? ¿Sentís que cambió tu relación con el fútbol desde que te hiciste feminista?
Me acerqué al feminismo cuando se empezaron a visibilizar muchas cuestiones con las marchas de #NiUnaMenos en 2015. Siempre fui feminista pero en ese momento le pude poner un nombre.
Con respecto al fútbol, desde que soy feminista lo veo de otra manera. Veo mucha desigualdad en el fútbol. Por ahí antes lo tenía naturalizado, pero el feminismo me ayudó a darme cuenta la discriminación por la que estábamos pasando las mujeres.
– ¿En qué aspectos el patriarcado afecta al fútbol femenino profesional?
El patriarcado afecta al fútbol femenino profesional en todo. Desde las cosas más básicas, como el contrato de trabajo que un futbolista profesional tiene. En la infraestructura disponible también se hacen muchas diferencias. Las mujeres no tienen los mismos espacios, no cuentan con los mismos materiales, tampoco con un contrato profesional. El patriarcado en el fútbol femenino se ve en todas las situaciones, completamente.
– Ahora es cada vez más frecuente encontrar pibas que juegan y que son parte de un equipo. ¿Qué pensás sobre el crecimiento del fútbol femenino de los últimos años? ¿Cómo impactó el estallido feminista de los últimos años en el fútbol femenino profesional?
Las mujeres siempre jugamos al fútbol, no es que ahora hay más chicas que antes. Sí por ahí estamos más visibilizadas y estamos empezando a ocupar los espacios que antes nos fueron negados. Sobre el crecimiento del fútbol femenino creo que es paulatino y muy esporádico, son crecimientos mínimos y es hora de dar un salto grande para la disciplina porque si seguimos creciendo a cuentagotas es muy difícil llegar a un fútbol femenino profesional.
– La sexualidad aparece en el fútbol hegemónico únicamente como masculina y heterosexual, y en las canciones nos acostumbramos a escuchar violencia y homofobia. ¿Qué lugar tiene la sexualidad dentro del fútbol femenino?
Los deportistas estamos idealizados y atravesados por una sexualidad hegemónica, una forma de ver la sexualidad y sentir la sexualidad que se nos ha impuesto a través de los años.
Lamentablemente en el fútbol femenino es parecido, puertas adentro se vive libremente pero por ahí sacarlo a la luz o darlo a conocer cuesta muchísimo más porque se juzga mucho a la persona, se la pone en un lugar que no es el indicado y eso hace que muchos deportistas se repriman y no puedan decir lo que son, lo que sienten, y tener la libertad de ser y hacer lo que quieran.
– La selección argentina femenina hizo un paro a la AFA en 2017 para reclamar aspectos laborales básicos como el pago de viáticos. Hoy vos reclamás a la UAI Urquiza la regularización de tu situación laboral. ¿Cómo son recibidos estos reclamos por parte de las dirigencias de clubes y asociaciones?
Son reclamos que incomodan muchísimo porque las mujeres siempre hemos estado de lado y se acostumbraron a que no hablemos, no reclamemos lo que corresponde, no alcemos la voz. Y cuando una mujer lo hace obviamente que los incomoda, se sienten atacados los dirigentes y las asociaciones. Pero ya es hora de que se empiecen a sacar todos estos temas y se empiecen a poner sobre la mesa estas problemáticas que estamos viviendo.
– Unos días antes de que te comunicaran la desvinculación del club, twitteaste “Un 2019 Nacional, popular, democrático y feminista”. ¿Sentís que tus posiciones políticas tuvieron que ver con la decisión del club de desvincularte repentinamente del equipo?
Me informaron que era desvinculada por una decisión futbolística y deportiva y a partir de eso iniciamos la cuestión legal que ya conocen. Por ahí enfocarse en si fue por un motivo o el otro me parece que no tiene importancia porque sería desviar el foco de lo realmente importante que fue la desvinculación. Sea por un motivo o por el otro el resultado fue el mismo: una desvinculación a mitad de torneo.
Socióloga y militante feminista con un consumo problemático de películas adolescentes. Recomienda libros en @subrayada.